miércoles, 2 de agosto de 2017


La sexualidad es la forma de expresión de las personas donde intervienen las emociones y sensaciones del ser humano, es decir, todo lo que somos y lo que hacemos.


La forma de expresión, es como se proyecta el comportamiento sexual, tomando en cuenta que la proyección es diferente en cada persona.

Se puede decir, que el tema de la sexualidad es un tanto reservado, ya que se suscitan las diferentes opiniones  que si debe enseñarse o no, sobre la sexualidad en los centros educativos.

Por otro lado, hay quienes difieren que esta enseñanza se de en las escuelas, sin tomar en cuenta que los adolescentes están en una etapa de transición a veces muy compleja y en su desarrollo tanto físico como emocional, y según la atraviesan así será su comportamiento, lo que significa, que si están bien informados, pueden alcanzar la madurez tanto en lo físico, emocional, como también en lo social, tomando decisiones responsables y coherentes con los valores aprendidos. En la mayoría de los casos, padres, madres y tutores expresan preocupación por el abordaje del tema, siendo esto entendible en función de que no cuentan con los conocimientos científicos necesarios para su abordaje, más sin embargo, sabemos que la mayoría de los jóvenes hacen un uso incorrecto del tema a través de las redes sociales, lo que contribuye a tener informaciones tergiversadas sobre el mismo.  

En la actualidad, a través de los medios de comunicación se da como bueno y valido el sexo desenfrenado, sin tomar en cuenta las consecuencias que esto puede tener. Según cita el Sociólogo Klaudio Duarte, en su artículo Cuerpo, Poder y Placer (2006), se observa un discurso muy fuerte en los medios de comunicación social, que insisten en promover la vivencia de una sexualidad como si ella estuviera asociada a prácticas de consumo.

Ahora bien, si la familia y la escuela no enseñan sobre la sexualidad a los adolescentes, ¿Quién lo va a hacer?

Los orientadores estamos llamados a trabajar la prevención en nuestros centros educativos donde desempeñamos tan encomiable labor, se debe poner en marcha la educación sexual, tomando en cuenta que esta debe ser realizada mancomunadamente con la escuela y la familia, dotándolos de los conocimientos necesarios para que la enseñanza inicie en el hogar y se complemente en la escuela.

Además, se debe considerar la importancia de proveer informaciones pertinentes a esta población que suele ser vulnerable en la mayoría de las ocasiones, lo que ayudara a prevenir y reducir los riesgos tales como: embarazo en adolescentes y las infecciones de transmisión sexual (ITS), estos con un alto porcentaje en estudiantes de básica y secundaria en la mayoría de los centros educativos.

Sin lugar a dudas, se puede afirmar que es necesario abordar el tema de la sexualidad con estrategias bien planificadas y sistemáticas, desde el punto de vista científico, ético y moral, y de esta forma lograremos resultados positivos, contribuyendo a una mejor sociedad.


Escrito por: Vianna Medina Familia, Licda. En Orientación y Especialista en Educación Afectivo Sexual, orientadora de la Escuela Primaria Anacaona, en el Municipio de Vallejuelo, Provincia San Juan.
 

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